La case de cousin Paul

Ilumina su imaginación!

Una gran idea que sigue  dando vueltas…

París, Marzo del 2001.

Dos desconocidos se encuentran, se conocen y se enamoran en París (oh, la, la…). Mientras beben Ti’Punch en La Fourmi, uno de los dos exclama: Y si nos vamos juntos a dar la vuelta al mundo?. Diez meses después vuelven, igual de enamorados y con un montón de bolas de increíbles colores para regalar a todos sus amigos. Todo el mundo al verlas, exclamó: Uauuu! Que bolas más cool!

Al día siguiente  fueron al banco a pedirles prestado dinero, para qué lo quieren les dijeron en el banco, para hacer  bolas. El banco les dijo, NO. Lo pensaron mejor y volvieron al día siguiente, diciendo al hombre del banco que ahora querían dinero para un coche, el señor del banco les respondió, SI, pero para uno pequeñito. Mientras nació un bebe, al que llamaron Paul, y apareció una señora muy amable que les dejó un local en Montmartre para ubicar su tienda a la que pusieron el nombre de La case de cousin Paul (La cabaña del primo Paul).

Así comenzaron su andadura de hacer bolas y bolas que iluminan los rincones más especiales.